Puerta del museo

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domingo, 3 de febrero de 2019

EL TIEMPO QUE NOS TOCÓ VIVIR

EL TIEMPO QUE NOS TOCÓ VIVIR.

     Uno no elige la fecha de nacimiento. Nadie puede elegir el país donde quiere nacer, ni la estructura familiar en la que se va a criar, ni la raza, ni siquiera el color de los ojos o del pelo con los que vendrá al mundo. Así pues, desde que una persona nace, está sometida a unos condicionamientos que no pudo elegir.

     El tiempo, la época por la que transcurrirá nuestra vida, es tal vez, uno de los mayores factores, junto con el de la familia, que condicionará el discurrir de la vida de cada persona.


     Hay personas a las que les hubiera gustado nacer y vivir en otra época; unas porque añoran ciertas formas de vida del pasado, otras porque en ciertas fases de sus vidas pensaban que llegarían unos tiempos en los que ciertas normas, ciertas costumbres o ciertas enfermedades, estarían superadas. 



     Unas querrían volver en el tiempo, posiblemente a una vida más natural, otras querrían adelantarse a su tiempo, posiblemente para sentirse más libres.

     En la actualidad conviven en Puerto Seguro, aunque sea sólo en verano, personas de 104 años de edad y críos de apenas unos meses de vida. Cinco o seis generaciones que viven el tiempo que les ha tocado vivir.

     Una de mis bisabuelas, a la que no conocí, decía que la máquina de coser (la de su tiempo) era un invento del diablo. No encontraba explicación la mujer a que moviendo un pedal aquello cosiera. A mí personalmente me costó mucho entender, y creo que aún no lo entiendo, cómo se puede mandar una imagen a gran distancia, por ejemplo a través de un fax, o más aún, a través del espacio, desde cualquier satélite espacial. 


     Son avances técnicos y adelantos que el tiempo nos brinda cada vez más rápidamente y que a ciertas cabezas les (nos) cuesta más procesar.

     La finalidad de la vida, desde mi punto de vista, es la felicidad. La felicidad tuya y la de las personas que te rodean. A nadie le gusta, supongo, vivir en medio de una guerra, padecer desastres naturales o provocados, sufrir accidentes ni la pérdida de personas queridas. Pero todos estos avatares son acontecimientos del “tiempo que nos tocó vivir”.


      Presentación de la exposición de "El museo se sale" El tiempo que nos tocó vivir celebrada en agosto de 2016 en Puerto Seguro.
Javier Perals.

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